8hrs
Santander
Precio desde: 60.00 euros
Nuestra aventura comienza en las cuevas de El Castillo y Las Monedas, ambas situadas en una pintoresca ladera cerca del encantador pueblo de Puente Viesgo. Reconocidas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2008, estas cuevas contienen información valiosa sobre la historia humana.
La cueva de El Castillo es uno de los yacimientos arqueológicos más antiguos de Europa, con evidencias de presencia humana que se remontan a más de 150.000 años. Este yacimiento ha ayudado a los investigadores a trazar una extensa cronología cultural del desarrollo prehistórico, proporcionando evidencia convincente de posibles interacciones entre los neandertales y los primeros Homo sapiens hace unos 40.500 años. En su interior, los visitantes pueden admirar una asombrosa colección de arte rupestre, con huellas de manos, bisontes, ciervos, caballos y misteriosos símbolos que siguen intrigando a los arqueólogos.
A tan solo 600 metros de distancia, la cueva de Las Monedas ofrece otra mirada al pasado prehistórico. Los dibujos al carbón de la cueva, dejados por las últimas sociedades de cazadores-recolectores de la costa cantábrica, representan animales como el reno, que vagaba por la zona antes de desaparecer hace unos 12.000 años. Más allá de su importancia artística, Las Monedas cuenta con impresionantes formaciones geológicas, que incluyen imponentes columnas, coloridos depósitos minerales, estalactitas y estalagmitas.
Después de explorar las cuevas, haremos una pausa para almorzar en Santillana del Mar, un pueblo medieval bellamente conservado ubicado a solo 30 minutos de Puente Viesgo. Conocido por sus calles adoquinadas y arquitectura histórica, Santillana del Mar está considerado uno de los pueblos más pintorescos de España. Su ambiente encantador proporciona el entorno perfecto para relajarse y disfrutar de la cocina tradicional de la región.
Nuestra última parada nos lleva al Museo de Altamira, donde visitaremos la "Neocueva", una réplica de la famosa Cueva de Altamira. Dado que la cueva original está cerrada al público para preservar sus delicadas pinturas, el museo ofrece una experiencia inmersiva, que permite a los visitantes apreciar el increíble arte de los primeros humanos. La réplica recrea la Sala de los Polícromos, que muestra impresionantes representaciones de bisontes, caballos, ciervos, cabras y marcas simbólicas que datan de hace 36.000 años.